Máximo Florín, ecólogo acuático de la Escuela de Ingeniería de Caminos de Ciudad Real, admite que para un científico como él 'no es cómodo' investigar en el parque nacional de las Tablas de Daimiel, 'hay muchos cruces de intereses y los resultados de tu trabajo pueden ser conflictivos', aún así, forma parte del equipo que estudia desde hace un año en el proyecto financiado por la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) y que se acaba de prorrogar un año más, para estudiar como alternativa la posibilidad de recargar las Tablas de Daimiel con aguas tratadas de las depuradoras del entorno del acuífero 23.
La investigación terminará en mayo del año que viene, pero serán otros los que tendrán que decidir si las Tablas se pueden recargar con aguas de este tipo o no, el trabajo del equipo de Caminos es facilitar a los expertos del CSIC toda la información posible sobre el agua que llega al parque, cómo llega, por dónde, cómo se evapora..., qué zonas se encharcan antes y cuáles después e incluso la calidad de las aguas. 'Una vez que seamos capaces de tener un modelo hídrico tendremos que acoplar la parte del análisis de la calidad del agua; de momento no hemos cumplido un ciclo anual de medida de seguimiento de los efluentes de las depuradoras, y en última instancia tenemos previsto hacer una modelización de distintos escenarios y de aportes hídricos para examinar la viabilidad del proyecto en distintas ubicaciones y con distintas procedencias'.
Base de datos
De momento el equipo ya ha confeccionado la base de datos en formato de sistema de información geográfico que tiene el parque nacional, que a su vez está haciendo el modelo digital del terreno 'que nos permitirá conocer los patrones de inundación en las Tablas de Daimiel durante los episodios de inundación y de trasvase de los últimos años, desde que se tienen registros', explica el profesor.
Hasta ahora y pese a los múltiples estudios que se han hecho en este emblemático paraje, ejemplo de la sobreexplotación de los acuíferos, no había una red de medidas de la profundidad del agua. 'En una serie de puntos disponemos de esa información que ha generado el parque y hemos hecho un análisis de series temporales, de cómo se inunda y cómo se deseca bastante interesante de cara a las directrices de gestión, no sólo queremos saber el balance global, sino por donde empieza a ganarla y por donde a perderla, dentro de poco dispondremos de un modelo más preciso y esperamos sacar bastantes información'. 'Lo nuestro es estudiar la viabilidad de aportar agua y dónde hacerlo para que sea más eficiente'.
La calidad
La mala calidad del agua del parque nacional también está saliendo a relucir en este estudio, en especial
en la presa de Puente Navarro, en estos momentos prácticamente seca. 'La calidad deja mucho que desear, hemos encontrado lodos orgánicos en la presa y sabemos que cuando se recoge una cierta lámina de agua está más eutrofizada, es decir, tiene mucha carga de nitrógeno, fósforo y materia orgánica; está contaminada por fertilizantes, pero también por vertidos que han llegado históricamente al parque'.
La investigación terminará en mayo de 2009.
Lanza Digital